¿Es la Sustitución de Importaciones la Clave para salir de la
Crisis Económica estructural?.
Por:
Pedro Patiño
Red Bolivariana
El
presidente Nicolás Maduro planteo en días recientes la tesis ya conocida de
“Sustitución de Importaciones (SI)” para ir logrando la reindustrialización de
Venezuela, con miras a lograr la reactivación económica y la salida definitiva
del modelo rentista petrolero, así, como, lograr el trabajo mancomunado entre
empresas nacionales privadas, transnacionales y estatales, para enfrentar la
grave crisis estructural económica del país, y lograr de una vez por todas
cambiar el modelo económico añejo y rancio, que se insertó en la nación, el
cual continua vigente, y es una herencia de gobiernos anteriores, y del cual la
revolución no ha podido deslastrarse aun.
Hay que decirle a los
lectores que el paradigma de la “Industrialización por Medio de la Sustitución
de Importaciones”(ISI) ya fue utilizado en el país, desde la década del 50
hasta finales de los 80, y se detuvo cuando surgió el problema de la deuda
externa o “eterna”. Este paradigma económico salido de la CEPAL (Comisión
Económica para América Latina) y que tuvo en vocería principal al señor Raúl
Prebisch, no fue del todo malo. Su primera etapa, denominada “La Fácil” produjo
un crecimiento de la economía en los países latinoamericanos, pero las
perspectivas no se cumplieron en la segunda etapa “La Difícil”, la cual trajo
como consecuencia, mayor deuda externa, inflación, devaluación, fuga de capitales,
incremento de la desigualdad social y el mayor enriquecimiento de elites
económicas. Quizás los factores que no hicieron posible el triunfo de este
modelo, muy bien hoy, conociendo esos errores, se podría reintentar aplicar ese
paradigma económico, pero siempre existe la duda de cometer los mismo errores
por aquello, de que.. “El hombre es el único animal que choca con la misma
piedra dos veces”. Aquí vamos hacer un recuento de como Venezuela estaba para
ese entonces y como salió mal parada de la implementación de la ISI, vamos colocar
variables socioeconómicas, para quienes por ignorancia estratégica, gritan que,
“En Venezuela se vivía Mejor” o esta otra..” Éramos Felices y no lo sabíamos”,
a continuación en síntesis, podrán ver la grave crisis que ocurría en el país,
y como, esa bomba de tiempo social fue contenida con medidas puntuales por la
revolución bolivariana (aunque había hecho explosión el 27 de febrero 1989).
Debemos indicar que la Revolución
Bolivariana ha coqueteado con esta propuesta de modelo económico. En el año 2002,
el ministro Ramón Rosales (Industria y Comercio) indico que sería factible
implementar la ISI. Pero la rivalidad o choque con el empresariado privado
hostil y reaccionario, coloco una piedra de tranca para desarrollar dicho
proyecto económico, hoy en palabras del presidente Maduro, y con la disposición
de algunos empresarios pareciera que se retoma la antigua idea de la ISI.
¿Qué Paso en Venezuela
(1958-1988) con la implementación de la ISI?
En ese periodo de 30 años,
Venezuela despilfarro por intermedio de una burguesía empresarial y por un
derroche de una elite política la bicoca de 272 mil millones de dólares, los
cuales para conocedores de aquella época representaba cinco (5) veces el
monto otorgado por los EE.UU. para la
reconstrucción de Europa después de la segunda guerra mundial, este programa es
conocido como el “Plan Marschall”. A finales de la “década perdida” 1989, el
país solo podía ofrecer un cuadro alarmante de empresas industriales privadas y
públicas ineficientes y atrasadas, una extrema deuda externa que se tragaba más
o menos el 40% del presupuesto anual, la pobreza estaba presente en el 70% de
la población, el campo fue abandonado, el país que se autosatisfacía en muchos
rubros alimenticios tuvo que empezar a importar alimentos. La fuga de capitales
era enorme, en el periodo de 1979-1982, esta fuga supero el 137%, de los flujos
brutos, es decir, más dinero salió del país de los que entro por renta
petrolera. Toda esta fuga, la direcciono el sector privado, que recibía
abundantes créditos blandos, subsidios y subvenciones. Este sector privado de
aquella época, es el mismo de hoy pero con otras caras, exigían muchas divisas,
pero no generaban ni un centavo de dólar, no le gustaba invertir y producir,
mientras mandaban a paraísos fiscales los dólares mal habidos con el consentimiento
de la clase política dominante. En 1989 el país tuvo un año económico
desastroso, con un bajón del 7,8% de su PIB y una inflación que estaba en el
orden del 100%, cifras que indicaban que el modelo económico hacia aguas, y
necesitaba un cambio de políticas económicas urgentemente (igual que hoy).
Un estudio de investigación
realizado por la UNICEF (1996) dio como resultados estas alarmantes cifras
(para quienes dicen que antes se vivía mejor): “Reducción del ingreso per
cápita en 50%, Pobreza 70%, la agricultura se redujo de tal manera que se
importaba el 60% de lo que antes producíamos, 30 mil a 40 mil jóvenes vivían de
la prostitución, 62% de los hogares estaban sumidos en la pobreza y 33% de
estos en la pobreza extrema”. 60 mil niños al nacer presentaban desnutrición
(1995), en 1993, 24 % era la tasa de mortalidad infantil, 20% de las mujeres
salían embarazadas antes de los 18 años de edad, 33% de la población estaba
excluida de la educación, y remata la UNICEF afirmando..” La riqueza estaba
concentrada en pocas manos privilegiadas por el sistema económico y político
que impedía que los servicios básicos llegasen a la población”.. Esto a grandes
rasgos, era el cuadro que ofrecía el país, después de mal utilizar el ISI.
¿Pero como estaba Venezuela
durante la “Etapa Fácil” de la implementación de ISI que fomento crecimiento económico?
Antes debemos referirnos a
una variable que debemos tomar en cuenta, es muy importante, nos referimos al
crecimiento poblacional en el país, en el año 1965, habitaban en nuestra nación
alrededor de 8,7 millones de ciudadanos, en el año de 1990, nuestra población
abarcaba 19,3 millones de habitantes, hoy en día 2015 tenemos 30 millones de
venezolanos. Nunca debemos dejar a un lado para el análisis el aumento
poblacional o demográfico de nuestro país, que direcciona a la exigencia de
mayores niveles de consumo de bienes y servicios para satisfacer sus
necesidades.
Continuemos…..
En el quinquenio de
1965-1970, el país paso, por un clima exitoso económicamente, como muy bien lo
definían los teóricos de la ISI, como debía ser la “etapa fácil”. El país
crecía de manera anual en un 6,1%, con tasas de inflación del 3,3%, con
porcentajes de inversión y de capital fijo hasta del 25% del PIB, mas sus
importaciones mejoraban, sobre todo referente al petróleo. La balanza de pago
se mantenía en superávits, las reservas internacionales aumentaron y la deuda
externa no era una amenaza para la
economía. Todo este paraíso económico se derrumbó de la noche a la mañana. La
mala aplicación de la ISI, hizo un gran daño a la agricultura, no se planifico
sobre las migraciones de campesinos hacia las grandes ciudades en búsqueda de
mejores condiciones de trabajo y vida. En 1970 el sector agrícola representaba
el 35% de la población económicamente activa, pero solo aportaba el 5% de valor
agregado en el PIB. No podemos olvidar que el sector minero también tuvo una
recaída importante solo mantenido por el auxilio de servicios financieros. El
crecimiento económico sin planificación y aunado al despilfarro y derroche hizo
que en el mayor repunte de precios del crudo, el país tuvo un crecimiento
negativo del -0,5%, el aumento del gasto público sin control, y la aparición de
niveles inflacionarios, condujo rápidamente a una recesión que termino en
desgracia en 1989 con el Caracazo. Hay que nombrar que la burocracia y la
corrupción, así como, la permanencia de funcionarios no aptos para estar al
frente de las instituciones públicas abono el naufragio de la Venezuela de la
época post-carlosandresista. Pero sigamos con algunas variables
macroeconómicas; En 1957 el cociente entre capital y producto era de 3,91, es
decir por cada unidad de capital se generaba 4 unidades de producto, esta
relación disminuyo en 1976 a 2,6 y en 1983 a 2,1. En 1950, la manufactura
(sector secundario) represento 10% de la producción total, para 1990 ni
siquiera pudimos duplicar esa tasa. El sector servicio (que hoy en día es la
panacea de los jóvenes profesionales), representaba para 1950 el 45,5% de la
actividad económica, en 1990 represento el 60%, hoy esa tasa es aún mayor y
atenta contra la producción de bienes manufacturados, ya que los profesionales
egresados de nuestras universidades buscan su independencia en el sector
servicios y olvidan las grandes empresas para emplearse. En 1950 la fuerza de
trabajo en el sector secundario manufacturero era el 64% de la población
económica activa, pero en 1990 solo el 40% trabajaban en el sector productivo.
En 1961 los ciudadanos compraban alimentos que representaba el 29 % de sus ingresos
reales, para 1990 esa cifra fue el 60%,
indicando esto el deterioro del nivel de compra y el deterioro del bienestar
social de la población.
Pero no a todos los venezolanos
le fue mal durante la pésima implementación de la Sustitución de Importaciones,
hubo sectores que comprometidos políticamente con la casta política de entonces
pudieron lograr crecimiento y desarrollo de sus empresas, en los sectores de
Bebidas, Alimentos Concentrados, Calzados, Cuero, Ropa, Textiles, Tejidos,
Químicos, Construcción y Artesanía. Hoy esos sectores siguen en la palestra
industrial del país, algunos pertenecen al grupo que conspira de manera sistemática
contra el proceso chavista.
Decir que la ISI, fue
culpable de todo lo que ocurrió en la “Venezuela Saudita” del “Ta Barato, Dame
Do”, seria entrar en contradicción, ya que existieron factores exógenos a la
economía para que ese paradigma cayera en desgracia. Por ello vamos a enumerar
una serie de recomendaciones o Tips, para que sean tomados en cuenta y no
repetir esos errores que llevaron a Venezuela después de ser considerada un
potencial país económicamente hablando,
a una economía en crisis constante durante parte de la IV y la V república.
Primero que todo debemos
reconocer el fracaso de las medidas económicas que con buena fe a tratado de
implementar el gobierno actual, sino hay reconocimiento, no habrá rectificación.
1)
Debemos producir donde lo hacemos mejor,
ventajas comparativas y competitivas.
2)
Reingeniería total del aparato productivo
estatal y privado nacional.
3)
Evitar el surgimiento de nuevos sectores
productivos contaminados o pseudo empresarios privilegiados por la política de
turno.
4)
Evitar la creación de nuevos monopolios y
oligopolios industriales.
5)
Evitar las importaciones sin planificación,
porque dañan a sectores productivos vigentes en el sector secundario.
6)
Trasladar parte de las ganancias o ahorros
del sector primario, para reinversión en el sector manufacturero y relanzarlo.
Así evitar la fuga de capitales desde adentro.
7)
Acabar de una vez por toda con el Latifundio,
y con la nueva generación del Minifundio, versión bolivariana.
8)
Dejar el paternalismo de estado, la dadiva
generosa convertida en créditos blandos, subvenciones y subsidios. Acabar con
el “Ponme donde haiga” por el trabajo necesario.
9)
La economía debe ser utilizada como
“Instrumento Político” para la trasformación social y no al revés.
10)
La influencia del gobierno debe estar
direccionada sobre políticas de supervisión, fiscales, monetarias, para
expandir el crecimiento.
11)
Revisión del salario como atractivo para el trabajo en el sector
manufacturero y evitar la huida de jóvenes al sector terciario o de servicios.
12)
Revisar el sindicalismo de base, los consejos
de trabajadores, y la máxima ganancia en las empresas existentes y nuevas.
13)
Mucho cuidado con el adeudamiento externo
para lograr adquirir bienes de capital e insumos para la reactivación de la
ISI, revisar tasas de inversión, tasas de acumulación y tasas de crecimiento.
14)
Construir “Complejos Industriales” para
satisfacer la demanda agregada nacional, sin descuidar las exportaciones.
15)
Racionalización del empleo de divisas
extranjeras, así como, incrementar los salarios reales de trabajadores para
aumentar el consumo.
16)
El estado debe convertirse realmente en un
Agente Económico dinamizador de la economía, coadyuvante en la generación de
empleo y en la producción de bienes y servicios.
17)
Debe existir un equilibrio entre la inversión
del estado, del sector privado nacional y extranjero.
18)
Las nuevas industrias, y las ya existentes,
deben revisarse internamente sobre: Producción en escala, Reducción de costos y
Productividad.
19)
Desvincularse de asesores económicos con
agenda e intereses políticos establecidos.
20)
Definir de una vez nuestra capacidad o tamaño
de mercado económico, cubrir fallas relacionadas con infraestructura, mano de
obra, educación, etc.
21)
Empezar a desarrollar el campo venezolano, y
sus 30 millones de hectáreas fértiles abandonadas.
22)
Evitar caer en alianzas burguesas con
sectores rancios y conspiradores de la oligarquía venezolana y supranacional.
23)
Evitar que algunas industrias continúen
absorbiendo la plusvalía que generan los trabajadores.
24)
Mucho cuidado con el amalgamiento político
entre sectores económicos excluyentes convertidos por intereses extranjeros en
aliados de la revolución bolivariana.
25)
Se debe hacer énfasis en el efecto
multiplicador de la reinversión del capital y que no sean del todo repatriados
o dirigidos a paraísos fiscales (fuga de divisas).
26)
Asegurar esa reinversión de capital en áreas
productivas.
27)
Revisar empresas estatizadas que dan perdidas
a la nación.
28)
Crear la cultura del trabajo, y olvidar el
asistencialismo como práctica política perversa y la beneficencia
gubernamental.
29)
Debemos controlar el flujo migratorio y de
emigrantes, que trataran de llegar a las fábricas, dejando actividades
agrícolas abandonadas, por ello, el agro también hay que industrializarlo.
30)
El país no puede depender de capital
golondrino, o de capitales agresivos y expansionistas, los nuevos
inversionistas deben escogerse con mucho tino.
31)
Tener mucho cuidado con los pseudo
empresarios incompetentes que traten de refugiarse a través de los partidos del
status quo.
32)
No ver el crecimiento económico creado en la
primera fase de la ISI como un fin en sí mismo. Para llegar al definitivo
desarrollo económico faltaran muchas piezas a largo plazo.
33)
No cometer el error de solo dar impulso a
empresas de manufactura o producto terminado, también hay que crear y diseminar
por toda la geografía nacional, empresas de producción primarias para que
abastezcan el mercado secundario, con materia prima, repuestos, materiales etc.
34)
Incluir el “territorio en reclamación” de
nuestra Guyana esequiba en los planes de la ISI.
Esperando
que los lectores y los asesores del gobierno amplíen estos tips….
Saludos
Cordiales…. Es ahora o nunca¡¡¡
venezuelaeconomicaypolitica.wordpress.com
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