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Entrevista por RNV, La Derecha Oposicionista

lunes, 8 de diciembre de 2014



ALERTA TEMPRANA “LA LEY DE ZONAS ECONÓMICAS ESPECIALES  ENTREGA LA SOBERANÍA DE LA PATRIA”
Por: Pedro Patiño
Red Bolivariana
“…El nuevo Estado de derecho […] obliga a generar nuevos instrumentos y mecanismos normativos y procedimentales no contemplados en la legislación actual. Por ende se propone este Decreto con Rango, Valor y de Fuerza de Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo socio productivo de la Patria…” 

Y así, arranca la nueva legislación que regirá nuestra relación económica a largo plazo con China aprobada el 18 de Noviembre de 2014 por vía habilitante. No es cualquier párrafo, es la declaración explícita de que existe una nueva correlación de fuerzas económicas y para ellas, hacía falta una nueva norma. Para no alborotar el “avispero” y tener que redactar una nueva Constitución, se creó este Decreto que levanta la legislación vigente pero solamente en estas Zonas, es decir, que tendremos pequeños países con su legislación, dentro de Venezuela. En este corto ensayo* tocaremos los puntos álgidos de esta nueva legislación por considerarla punta de lanza del capitalismo trasnacional en Venezuela. Haremos citas y traduciremos la nomenclatura de la ley, llena de palabras como desarrollo, producción, estrategia, planes, etc. y las traduciremos a palabras comunes y corrientes para poder comprender el trasfondo. Comencemos.

Primero definen una gran área geográfica a la que denominan Zona de Desarrollo Estratégico Nacional (ZDEN). Esta área, hará caso omiso a la organización político territorial actual, es decir, el polígono puede abarcar varios municipios de varios Estados. La importancia de esto reside en que esta Zona, tendrá un Coordinador, nombrado por el Presidente de la República y que no será necesariamente el gobernador del Estado, ni alguno de los alcaldes. Este Coordinador, será la autoridad económica en ese polígono y su cargo NO será de elección popular. Qué tiene de apetecible ser uno de esos Coordinadores? Pues resulta que la ganancia generada por la actividad industrial o comercial en esas zonas, tendrá una administración “especial” que será independiente del presupuesto nacional. En estas Zonas se modificará el patrón monetario y cambiario, para que el llamado “comercio exterior” o exportación puedan darse. Adiós control cambiario.

Podrán modificarse los porcentajes del pago de impuesto sobre la renta, impuesto al valor agregado, o el impuesto de exportación. A eso en la Ley, le llaman incentivos fiscales especiales. Es decir, que al Estado le entrará muy poco por vía de impuestos. También está contemplado dentro de estas Zonas, el levantamiento de la nueva Ley del Trabajo: “…El Presidente…podrá definir el régimen especial y extraordinario de contrataciones…”. A esto también le llaman, incentivo a las empresas. Una vez definida esta poligonal de “desarrollo”, hay dentro de ella otras sub-poligonales (dentro de una torta, hay pedacitos de torta). Allí estarán las “Zonas Económicas Especiales” (ZEE), que son conocidas en el mundo en más de 400 puntos, y son aéreas donde el capitalismo trabaja en su forma más agresiva. Aquí en Venezuela las ZEE han comenzado a instalarse en Aragua y Carabobo (Puerto Cabello), y los gobernadores de Táchira y Falcón anhelan la puesta en marcha de una de ellas en sus Estados. En la ZEE de Puerto Cabello se está consolidado un inmenso proveedor de materias primas (gas, gasolina, plásticos, resinas, agua y electricidad) y de servicios asociados al tráfico de mercancías en puertos marítimos y aéreos. Falta conocer cuáles serán las empresas transnacionales chinas que se beneficiaran de esa “cabeza de playa”. Por su parte la ZEE en Aragua, ha ofrecido nuestra mina de níquel, una de cuarzo y toda la voluntad política para que las textileras, y ensambladora de artefactos eléctricos chinos, se instalen al tiempo que nos traen sus aldeas de cáncer por contaminación ambiental (1).

Pero no nos desviemos. Sigamos con la Ley.
Además de las ZEE, la ley define otros pedacitos de la torta. También están los “Distritos Motores de Desarrollo”, que no son más que las ciudades donde habitaran los esclavos que trabajaran en las ZEE. Esas ciudades son las construidas por la Gran Misión Vivienda que financia el Estado Venezolano a través de endeudamiento externo. En estos Distritos Motores deberá incluirse por supuesto la vialidad. Por otro lado están contempladas las llamadas “Zonas del conocimiento productivo”, que serán los centros de capacitación para la mano de obra  de las ZEE. Tomando en cuenta los ejemplos actualmente activos en el mundo, puede decirse que esas Zonas de Conocimiento llegarán en el mejor de los casos a centros tipo Ince, donde egresaran empleados que posean un nivel primario. La idea será ofrecer un cuerpo laboral abundante y de bajo costo, que sea capaz de desarrollar actividades muy segmentadas y sencillas como ensamble de componentes, donde se requieren mínimas habilidades. Aunque la Ley contempla que en estas zonas de Conocimiento Productivo habrá investigación, desarrollo y universidades, el alter ego de la Provincia de Shandong ofrece solo un 3% de población con nivel universitario y un 40% con un escaso 6to grado de primaria. La Ley también incluye los llamados “Corredores Urbanos”, que son todos aquellos poblados marginales y cercanos a la ZEE que van no alcanzaran a beneficiarse de la Gran Misión Vivienda ni de la capacitación de mano de obra esclava. Esos corredores urbanos son los cordones de miseria que siempre rodea a los centros industriales capitalistas y que serán atendidos a través de planes con pequeñísimos paliativos económicos. Finalmente la Ley contempla los “Parques Industriales” que son todas aquellas Empresas del Estado que sí participan del Presupuesto Nacional, de la planificación del Estado y que en líneas generales abarca la petrolera, la petroquímica, la acerera y las industrias de alimentos recién nacionalizadas. En estos parques también está incluida la industria privada que formará parte de un Registro Nacional de Industrias. Es decir, en los Parques industriales se encontraran "los nacionales" privados y públicos que deberán acoplarse al gran gigante trasnacional que hegemonizará la actividad  comercial e industrial venezolana.
En conclusión la Ley, intenta regular lo irregulable: la coexistencia pacífica, de sector empresarial privado nacional, un sector estatal que provee infraestructura, servicios, materias primas, mano de obra esclava, puertos y aeropuertos, junto a un sector privado trasnacional chino que pagará bajos impuestos, traerá su contaminación, hará una falsa transferencia de tecnología y nos “obsequiará” cientos de empleos para esclavos.  Al final nos dirán, páguennos con petróleo, los edificios y carreteras que les construimos, dennos las minas de oro de Las Cristinas, por las lavadoras y televisores que les dimos, y bueno si…nos podemos comer unos cuantos pirulín aragüeños en el ínterin.

Creemos que la recién aprobada Ley de Regionalización Integral para el Desarrollo Socio productivo de la Patria, está confeccionada como un traje a la medida del capitalismo chino que necesita expandir su explotación, su miseria, a las entrañas de la Patria. Somos un extra territorio. Descuartizamos al país, en pedazos cedidos a la voracidad del capitalismo mundial. En definitiva se pierde la soberanía con una ley que regula pequeños paisitos extraños al control patrio, sometidos al control directo de intereses antipatriotas. Todo estará al servicio de intereses foráneos. Es la legitimización de la entrega a lo más cruento del capitalismo mundial, a sus peores prácticas, a sus formas más agresivas e infrahumanas.

Creemos que dada la gravedad de esta Ley debería ser rediscutida en la Asamblea Nacional. Hacer caso omiso, no dar marcha atrás, seria delito de lesa humanidad, lesa Patria. Esta Ley nos impone un falso desarrollismo con banderas de aldeas de cáncer, con banderas de solicitud de más cupos para contaminar, pidiendo exoneración de impuestos, exoneración de trámites, exoneración de socialismo.
*Rosa Natalia 26/11/2014 trincheraderosas.blogspot.com / trincheraderosas@gmail.com / @TrincheraDRosa

Estimados lectores como ven, este análisis de alerta corresponde a la compatriota Rosa Natalia, voy a complementar con unas ideas del sabio e intelectual ya desaparecido.
Francisco Mieres, quien escribió hace ya algún tiempo una remembranza de lo que fue la política petrolera y económica de la IV república. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.

Dice Francisco Mieres (…) “Otro aspecto importante ha sido el carácter suntuario de la inversión pública en Venezuela. Otros cuantiosos gastos fueron realizados con finalidades más ornamentales que económicas. La justificación teórica de esta política de derroche ha sido la de seleccionar como campo de la inversión pública aquellos sectores en los cuales no existía interés de la iniciativa privada. La consecuencia de este programa de inversiones ha sido el de multiplicar los efectos negativos de las inversiones extranjeras. El incremento resultante en la demanda de bienes de capital y de consumo, en un país de escaso desarrollo industrial y con una agricultura estancada, incapaz de reaccionar ante el estímulo de la demanda, se tradujo en un sucesivo aumento de las importaciones y en la creación de incentivos a la actividad privada de los sectores terciarios. Por otra parte, la realización de obras públicas a través de contratos con empresas privadas creo un auge inusitado de la industria de la construcción. El resultado global ha sido, la canalización de la inversión privada hacia esos sectores, en desmedro de la industria y de la agricultura, tendencia que puede observarse no solo en la inversión nacional sino también en la ubicación del capital extranjero fuera del sector extractivo”(…)

Continúa Francisco Mieres. “(…)  En Venezuela -que es el escaparate oficial para la exhibición de los beneficios que obtiene un país subdesarrollado con la explotación extranjera de sus materias primas -, la comparación entre lo que pudo haber logrado y lo que realmente se ha alcanzado con ayuda de los ingresos que recibe el gobierno del petróleo, es tan reveladora como en el Medio Oriente. Claro está que una parte de esos ingresos ha sido utilizada por el gobierno (IV república) para promover el desarrollo económico, está ha sido dolorosamente lenta y solo se han utilizado marginalmente los recursos económicos de la nación. Bajo el reinado de la actual dictadura de los carteles trasnacionales, los fondos que se dedican a fomentar el desarrollo económico son considerablemente más bajos que los que puede disponer para este propósito. Además, los objetivos que persiguen dichos gastos están determinados por las necesidades del capital extranjero y no por los intereses del pueblo venezolano. Por consiguiente, aparte de que se dedica una proporción desmesuradamente elevada de los ingresos del gobierno al sostenimiento del aparato militar, muy pocos fondos se asignan al mejoramiento de la agricultura. El grueso de los gastos es absorbido por la construcción de carreteras, aeropuertos e instalaciones portuarias, por la expansión y modernización de Caracas; todo esto es deseable desde el punto de vista del capital extranjero, pero contribuyen muy poco al surgimiento de una economía nacional equilibrada. Venezuela como todo país capitalista subdesarrollado, todavía está atravesando lo que constituye esencialmente la fase mercantil del capitalismo. Las inversiones extranjeras aun cuando se direccionan al mercado interno, están  constituidas por plantas de montaje o por fábricas que producen bienes de consumo para satisfacer el incremento de la demanda que ocasionan los gastos gubernamentales. Estas inversiones no proporcionan el surgimiento de las industrias básicas que son indispensables para lograr un crecimiento económico rápido, sostenible y duradero. Concluye Francisco Mieres con lo siguiente..(…)” Es evidente que un incremento de la producción de bienes de consumo, complementado con un volumen considerado de importaciones, reflejaría un mejoramiento en la condición económica del país, empero, es difícil que mantenga ese impulso, podríamos decir que no sobrevive a su estimulo original, es decir, a los gastos gubernamentales derivados de los ingresos petroleros. Una baja en el precio de este, con la consiguiente reducción de los ingresos del gobierno, destruiría la prosperidad artificial”.(…)

Como ven amigos lectores, es correspondiente hacer el análisis respectivo de lo descrito en este artículo. ¿Pasar de la dependencia del Capitalismo Yanqui al Capitalismo Chino?.. He allí el detalle.
venezuelaeconomicaypolitica.wordpress.com